El Reino Unido está enfrentando una creciente preocupación por la inflación, lo que está generando dificultades en la toma de decisiones del Primer Ministro Rishi Sunak y del Banco de Inglaterra. A diferencia de otros países en los que la presión inflacionaria está disminuyendo, el Índice de Precios al Consumo general del Reino Unido ha aumentado un 10,1% en el último mes, lo que marca el séptimo mes consecutivo con cifras de dos dígitos y la segunda sorpresa al alza significativa.

Estos datos indican que el costo de vida está experimentando la peor contracción en más de una generación, lo que puede afectar las próximas elecciones convocadas por Sunak. Además, se está aumentando la posibilidad de que el Banco de Inglaterra aumente los tipos de interés hasta un 5% en septiembre, lo que podría tener un impacto negativo en el consumo y en la creación de empleo.

La estratega jefe de mercado para Europa de JPMorgan Asset Management y asesora externa del Ministro de Hacienda británico, Karen Ward, señala que el Banco de Inglaterra se encuentra en una posición complicada. Por un lado, debe crear inseguridad en el empleo y en la demanda para evitar que las personas pidan aumentos salariales y las empresas incrementen los precios. Por otro lado, esta medida puede generar efectos no deseados en la economía y en la población en general.

En resumen, Reino Unido se encuentra en un momento delicado en cuanto a su estabilidad económica, y el Banco de Inglaterra debe tomar decisiones cuidadosas para evitar un mayor impacto en la inflación y en el bienestar de la población.

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