El papel de los bancos centrales es crucial en la estabilidad económica y financiera de cualquier país. En la actualidad, los bancos centrales de todo el mundo están enfrentando grandes desafíos debido a los problemas del sector financiero y la elevada deuda pública. Para lidiar con estos problemas, los bancos centrales han implementado políticas monetarias y fiscales para mantener la estabilidad financiera y evitar crisis económicas.
En el caso del Banco Central Europeo (BCE), su política actual incluye subidas de tipos de interés para luchar contra la inflación y ayudas directas para apagar incendios. Sin embargo, esta política no es inmune a críticas, como la del presidente del DNB, Klaas Knot, quien se preocupa por el elevado déficit presupuestario del Estado holandés en tiempos de bonanza.
La alta inflación es un problema persistente, y la lucha contra ella está cobrando víctimas. Los bancos centrales están navegando entre la elevada deuda pública y los puntos débiles del sector financiero. En este sentido, el informe anual del De Nederlandsche Bank, “Mantener el rumbo”, resulta revelador. El Presidente Klaas Knot y sus colegas del Banco Central Europeo luchan contra los peligros que los economistas denominan “dominio fiscal” y “dominio financiero”: una toma de rehenes por parte de los gobiernos y los bancos, respectivamente.
Los bancos desempeñan ahora el papel principal en la implementación de políticas monetarias más restrictivas, que son bienvenidas por los inversores mientras los tipos de interés de los préstamos a ciudadanos y empresas suban más rápido que la compensación a los ahorradores. Sin embargo, los accidentes están ocurriendo ahora que los tipos de interés han subido a un ritmo sin precedentes tras un largo período de niveles bajos. Los bonos recientemente adquiridos que apenas devengarán intereses en los próximos años solo pueden venderse con grandes descuentos.
El fracaso del Silicon Valley Bank de Estados Unidos es un ejemplo de los peligros de esta política. La cartera de bonos del banco tuvo que ser liquidada repentinamente a medida que los titulares de las cuentas retiraban su dinero. Gracias al éxito de los grupos de presión, incluido el propio Silicon Valley Bank, este banco de tamaño medio dejó de estar bajo estricta supervisión, lo que provocó la desconfianza mundial y llevó a Credit Suisse a manos de UBS. Knot habló esta semana de un “canal de contagio psicológico”.
En este contexto, casi todos los bancos son bancos sistémicos, capaces de arrastrar consigo a todo el sistema. También en Europa, la presión para no regular en exceso los bancos regionales más pequeños es fuerte, señaló Knot. Los políticos se refieren a menudo a la importancia de conceder préstamos generosos a las PYME, como si no hubiéramos tenido una crisis crediticia. Esto aumenta la preocupación por la estabilidad financiera a nivel global.
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